domingo, 23 de junio de 2024

LA DECLAMACIÓN

  Traemos para la sección de Sesiones artísticas del blog de El mirador de Granada una nueva entrada que está centrada en el último taller dedicado a la declamación, en el cual vimos varios vídeos de actores varios interpretando poemas célebres de nuestra literatura, y que no nosotros hemos intitulado como La declamación. Lleva una breve introducción que sirve de pórtico a los poemas y sus vídeos, que pueden verse pinchando en el enlace que hay justo debajo de cada poema.



LA DECLAMACIÓN






CUANDO hablamos de recitar y declamar, ¿acaso estamos hablando de una suerte de variación singular del arte de la oratoria? Hablar con elocuencia, es la médula, el eje vertebrador de toda oratoria. Y decir el verso expresivamente es una arte complejo que incluso distingue entre el recitar y el declamar el verso. El que recite, dicen, que es una actividad mecánica que repite de memoria este o aquel poema. El que declama, hace énfasis en la expresión que viene a adecuarse a las emociones del poema, las cuales llegan a trasladarse a la entonación fluctuante, viva, de los versos y llega también a reflejarse en la gesticulación y la propia expresión del que declama, donde el verso y el que dice el verso se ofrecen como un organismo único e integrador, donde sus componendas vibran y suenan al unísono en una totalidad natural, armónica y sensible sin estridencias.

Todo esto es algo que, escuchado por quien saber decir el verso parece muy claro e incluso sencillo. Sin embargo, conseguir la fluidez del verso bien dicho conlleva unas exigencias que, si se observan con detenimiento, bien puede parecernos algo bastante más complejo. Esta complejidad deviene por lo que se ha denominado la elocutio, la elocución  que no es sino el conocimiento del habla formal en atención a su pronunciación, gramática, tono y estilo que compendia el diccionario de la RAE, como la manera de hablar para expresar los conceptos, y así también, Modo de elegir y distribuir los pensamientos y las palabras en el discurso".1 Todo esto requiere a su vez saber y entender de los rudimentos de los diferentes recursos estilísticos que devienen de la ciencia y el arte de la retórica y de la métrica.



POEMAS



1



Lo querían matar

los iguales

porque era distinto.

  

Si veis un pájaro distinto,

tiradlo;

si veis un monte distinto,

caedlo;

si veis un camino distinto,

cortadlo;

si veis una rosa distinta,

deshojadla;

si veis un río distinto,

cegadlo…

si veis un hombre distinto,

matadlo.

  

¿Y el sol y la luna

dando en lo distinto?

  

Altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir

distinto

de lo distinto;

lo que seas, que eres

distinto

(monte, camino, rosa, río, pájaro, hombre):

si te descubren los iguales,

huye a mí,

ven a mi ser, mi frente, mi corazón distinto.


JRJ




Vídeo de la declamación del poema




2



Ir y quedarse, y con quedar partirse,

partir sin alma, y ir con alma ajena,

oír la dulce voz de una sirena

y no poder del árbol desasirse;


arder como la vela y consumirse,

haciendo torres sobre tierna arena;

caer de un cielo, y ser demonio en pena,

y de serlo jamás arrepentirse;


hablar entre las mudas soledades,

pedir prestada sobre fe paciencia,

y lo que es temporal llamar eterno;


creer sospechas y negar verdades,

es lo que llaman en el mundo ausencia,

fuego en el alma, y en la vida infierno.




Lope de Vega



Vídeo de la declamación del poema





3




La hoguera pone al campo de la tarde,

unas astas de ciervo enfurecido.

Todo el valle se tiende. Por sus lomos,

caracolea el vientecillo.


El aire cristaliza bajo el humo.

¿Ojo de gato triste y amarillo?.

Yo en mis ojos, paseo por las ramas.

Las ramas se pasean por el río.


Llegan mis cosas esenciales.

Son estribillos de estribillos.

Entre los juncos y la baja tarde,

¡qué raro que me llame Federico!



FGL




Vídeo de la declamación del poema




4




La muchacha dorada

se bañaba en el agua

y el agua se doraba.


Las algas y las ramas

en sombra la asombraban

y el ruiseñor cantaba

por la muchacha blanca.


Vino la noche clara,

turbia de plata mata,

con peladas montañas

bajo la brisa parda.


La muchacha mojada

era blanca en el agua,

y el agua, llamarada.


Vino el alba sin mancha,

con mil caras de vaca,

yerta y amortajada

con heladas guirnaldas.


La muchacha de lágrimas

se bañaba entre llamas,

y el ruiseñor lloraba

con las alas quemadas.


La muchacha dorada

era una blanca garza

y el agua la doraba.




FGL



Vídeo de la declamación del poema




5








Antonio Torres Heredia,

hijo y nieto de Camborios,

con una vara de mimbre

va a Sevilla a ver los toros.

Moreno de verde luna

anda despacio y garboso.

Sus empavonados bucles

le brillan entre los ojos.

A la mitad del camino

cortó limones redondos,

y los fue tirando al agua

hasta que la puso de oro.

Y a la mitad del camino,

bajo las ramas de un olmo,

guardia civil caminera

lo llevó codo con codo.


*


El día se va despacio,

la tarde colgada a un hombro,

dando una larga torera

sobre el mar y los arroyos.

Las aceitunas aguardan

la noche de Capricornio,

y una corta brisa, ecuestre,

salta los montes de plomo.

Antonio Torres Heredia,

hijo y nieto de Camborios,

viene sin vara de mimbre

entre los cinco tricornios.


Antonio, ¿quién eres tú?

Si te llamaras Camborio,

hubieras hecho una fuente

de sangre con cinco chorros.

Ni tú eres hijo de nadie,

ni legítimo Camborio.

¡Se acabaron los gitanos

que iban por el monte solos!

Están los viejos cuchillos

tiritando bajo el polvo.


A las nueve de la noche

lo llevan al calabozo,

mientras los guardias civiles

beben limonada todos.

Y a las nueve de la noche

le cierran el calabozo,

mientras el cielo reluce

como la grupa de un potro.



FGL


Vídeo de la declamación del poema




6





Llegó con tres heridas:

la del amor,

la de la muerte,

la de la vida.

Con tres heridas viene:

la de la vida,

la del amor,

la de la muerte.

Con tres heridas yo:

la de la vida,

la de la muerte,

la del amor.


Miguel Hernández



Vídeo de la declamación del poema




7




No he de callar por más que con el dedo,

ya tocando la boca o ya la frente,

silencio avises o amenaces miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?

¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?

¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,

puede hablar el ingenio, asegurado

de que mayor poder le atemorice.

En otros siglos pudo ser pecado

severo estudio y la verdad desnuda,

y romper el silencio el bien hablado.

Pues sepa quien lo niega, y quien lo duda,

que es lengua la verdad de Dios severo,

y la lengua de Dios nunca fue muda.


Francisco de Quevedo


Vídeo de la declamación del poema




8




Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco día,

y podrá desatar esta alma mía

hora a su afán ansioso lisonjera;

·

mas no, de esotra parte en la ribera,

dejará la memoria en donde ardía:

nadar sabe mi llama la agua fría

y perder el respeto a ley severa.

·

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,

venas que humor tanto fuego han dado,

medulas que han gloriosamente ardido,

·

su cuerpo dejarán, no su cuidado,

serán ceniza, más tendrá sentido,

polvo serán, más polvo enamorado.



Francisco de Quevedo



Vídeo de la declamación del poema




9




Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,

Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,

Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,

De mí murmuran y exclaman:

-Ahí va la loca soñando

Con la eterna primavera de la vida y de los campos,

Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,

Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.


-Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,

Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,

Con la eterna primavera de la vida que se apaga

Y la perenne frescura de los campos y las almas,

Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.


Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,

Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?



Rosalía de Castro



Vídeo de la declamación del poema







10





En Viena hay diez muchachas,

un hombro donde solloza la muerte

y un bosque de palomas disecadas.

Hay un fragmento de la mañana

en el museo de la escarcha.

Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!

Toma este vals con la boca cerrada.


Este vals, este vals, este vals,

de sí, de muerte y de coñac

que moja su cola en el mar.


Te quiero, te quiero, te quiero,

con la butaca y el libro muerto,

por el melancólico pasillo,

en el oscuro desván del lirio,

en nuestra cama de la luna

y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!

Toma este vals de quebrada cintura.


En Viena hay cuatro espejos

donde juegan tu boca y los ecos.

Hay una muerte para piano

que pinta de azul a los muchachos.

Hay mendigos por los tejados.

Hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!

Toma este vals que se muere en mis brazos.


Porque te quiero, te quiero, amor mío,

en el desván donde juegan los niños,

soñando viejas luces de Hungría

por los rumores de la tarde tibia,

viendo ovejas y lirios de nieve

por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!

Toma este vals del "Te quiero siempre".


En Viena bailaré contigo

con un disfraz que tenga

cabeza de río.

¡Mira qué orilla tengo de jacintos!

Dejaré mi boca entre tus piernas,

mi alma en fotografías y azucenas,

y en las ondas oscuras de tu andar

quiero, amor mío, amor mío, dejar,

violín y sepulcro, las cintas del vals.


FGL



Vídeo de la declamación del poema



11




Al brillar un relámpago nacemos,

y aún dura su fulgor cuando morimos;

¡tan corto es el vivir!


La Gloria y el Amor tras que corremos

sombras de un sueño son que perseguimos;

¡despertar es morir!


G.A. Bécquer




Vídeo de la declamación del poema





12




Desmayarse, atreverse, estar furioso,

áspero, tierno, liberal, esquivo,

alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,

mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

enojado, valiente, fugitivo,

satisfecho, ofendido, receloso;


huir el rostro al claro desengaño,

beber veneno por licor süave,

olvidar el provecho, amar el daño;


creer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaño;

esto es amor, quien lo probó lo sabe.


Lope de Vega



Vídeo de la declamación del poema





13





La Carmen está bailando

por las calles de Sevilla.

Tiene blancos los cabellos

y brillantes las pupilas.


¡Niñas,

corred las cortinas!


En su cabeza se enrosca

una serpiente amarilla,

y va soñando en el baile

con galanes de otros días.


¡Niñas,

corred las cortinas!


Las calles están desiertas

y en los fondos se adivinan,

corazones andaluces

buscando viejas espinas.


¡Niñas,

corred las cortinas!




FGL


Vídeo de la declamación del poema







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